Nacidos en un principio bajo la gigantesca sombra de Celtic Frost, Coroner, y más concretamente su líder, Ron Royce, tuvieron siempre el deseo de hacerse conocidos por su originalidad, y ganas de innovar. La primera prueba de ello es su demo “Deathcult”, del 86, un perfecto comienzo para darse a conocer. Sin embargo, sería con la publicación de “R.I.P.” (1987) cuando empezaría a extenderse su fama por el continente europeo.Si por entonces lo que se llevaba era la hiperbrutalidad del Thrash Metal germano abanderado por Sodom y Kreator, este trío empezó a desmarcarse del resto de bandas de su generación con su ‘particular’ sonido. Y recalcamos ese aspecto por que siempre fue una de las grandes bandas de Coroner: inspirados por Iron Maiden y a la vez por los clásicos del Jazz, ellos tomaron prestado un género y lo moldearon a su antojo, para adaptarlo a las necesidades de tres mentes hiperactivas.Caóticos y a la vez técnicos; agresivos pero extremadamente barrocos; su música cuanto menos es una paradoja de emociones que no deja indiferente a quien la escucha.Grabado en marzo de 1987 en Berlín, el fundamental “R.I.P.”, a parte de ser la obra maestra del trío suizo, es uno de esos álbumes que utilizan la agresividad más sincera como un medio de liberación artística del propio músico. Ahí tenemos un buen ejemplo con “Nosferatu”, una vertiginosa instrumental repleta de ritmos, matices y una técnica que tira de espaldas. O también pequeñas perlas como “Coma” o “Spiral Dream” (co-escrita junto a Tom G. Warrior, de Celtic Frost), por no mencionar la hímnica “Reborn Through Hate”, posiblemente su tema más conocido.Vendría después una carrera de llena altibajos que alcanzaría a su cenit con su misteriosa disolución a mediados de los 90; desde entonces prácticamente olvidados, si se les sigue recordando-admirando es por la publicación de auténticas joyas del Metal Extremo como “R.I.P.” o “Punishment For Decadente” (1988).Un disco inolvidable con buena adrenalina de , gustoso thrash,q lo disfruten amigos.
